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Nueve consejos básicos para bajar nuestro porcentaje de grasa corporal
19 diciembre, 2018

Extracto de artículo de Víctor Falcon, publicado en Vitonica

Podemos perder grasa sin cambiar grandes cosas en nuestro día a día como te demostramos con estos nueve consejos básicos.

No son grandes cosas ni grandes cambios. Son consejos básicos que puedes aplicar sin muchas complicaciones. Quizás conozcas algunos de ellos, pero aplicando todos o la mayoría podrás mejorar los resultados en cuanto a pérdida de grasa.

Controla las calorías

El primer paso para comenzar a perder peso es controlar las calorías que comemos y quemamos a lo largo de un día. No hace falta pesar, medir y apuntar cada alimento que te lleves a la boca, pero si tienes que llevar cierto control.

Por mucho que sigas todos los consejos a continuación, si comes más calorías de las que quemas no vas a conseguir nada. Y si, es verdad que no todas las calorías son iguales, que no todos los alimentos tienen los mismos efectos, pero por mucho que esto sea verdad, también es verdad que si no comes menos de lo que quemas, no pierdes peso y por lo tanto, no pierdes grasa.

Aumenta el gasto calórico

A veces es complicado reducir las cantidades que comemos. Comer menos hace que la dieta sea menos llevadera y que sea más fácil que el hambre, la ansiedad o ambos nos hagan abandonar. Antes de reducir calorías es mejor aumentar el gasto calórico diario.

Algo tan sencillo como estar menos tiempo sentado, subir por las escaleras, bajarse una parada antes del bus, limpiar la casa o, en definitiva, no estar quietos, nos ayuda a que el gasto calórico sea mayor.

Come más proteína

Algo tan sencillo como aumentar la proteína de tu dieta puede ayudarte a perder peso, tal y como se ha comprobado en varios estudios científicos.

La cantidad recomendada ronda los dos gramos por kilo de peso corporal, aunque en varios estudios se han probado cantidades incluso más altas sin ver resultados adversos. El efecto termogénico y saciante de este tipo de alimentos puede marcar la diferencia.

Gana más músculo

A veces, con el paso del tiempo, nos estancamos con la pérdida de peso y llegamos a un punto en el cual es imposible seguir perdiendo peso. En este caso, una muy buena opción es ganar peso y principalmente, masa muscular.

Cuanto más kilos de músculo tengas en el cuerpo más fácil será perder grasa. Cuanto más músculo tengas, mayor será tu gasto calórico.

Reduce el tiempo de descanso

Siguiendo con la idea de aumentar nuestro gasto calórico, un cambio sencillo y efectivo que podemos hacer en nuestro entrenamiento es el de reducir el tiempo de descanso entre series.

Cuanto menos descanso, menos peso podremos mover, pero más calorías quemaremos. Esto nos ayudará a que el entrenamiento sea más activo.

Bebe más agua

Aumentar la cantidad de agua  puede ser una pequeña ayuda en una dieta de pérdida de peso. No va a ser una gran diferencia pero nos ayudará a limpiar nuestro cuerpo de toxinas y a reducir el apetito.

Un truco sencillo es simplemente beberse un vaso de agua grandecito antes de cada comida y si es agua fresquita, mejor.

Reduce carbohidratos

No es que los carbohidratos sean los culpables de que engordes o no, pero si es verdad que es más fácil pasarnos comiendo carbohidratos que pasarnos comiendo grasas y proteínas.

Tanto las grasas, como las proteínas son más saciantes y trucos tan sencillos como quitar el pan de nuestras comidas o reducir el azúcar de los cafés nos puede ayudar a reducir las calorías totales sin mucho esfuerzo.

Cambia tu estilo de vida, ¡no hagas dietas!

Lo más importante y que marcará que grandes resultados y cambios aparezca o no, es la adherencia. Así que olvídate de dietas restrictivas o temporales.

Debes enfocarte en aprender a comer, mejorar cada día un poco y hacerlo de forma permanente, pensando a largo plazo. Después de un tiempo verás que no te cuesta absolutamente nada comer bien y los resultados obtenidos serán para siempre.

Duerme más y mejor

Dormir más y mejor puede ayudarte a perder peso más de lo que crees. El descanso, además de tener efectos sobre la concentración y la productividad, también afecta al corazón, al metabolismo e incluso al riesgo de padecer o no diabetes.

No es que sea necesario dormir ocho horas diarias, pero si no descansas lo suficiente puedes estar perjudicando los resultados de tu dieta y a veces, es más importante la calidad que la cantidad.

 

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