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¿Cuáles son las enfermedades más comunes de los niños?
1 junio, 2023

Cada 1ro de junio queremos celebrar el Día del Niño de muchas formas, todas ellas llenas de alegría y diversión. Pensamos en regalos, comidas especiales o salidas para asegurar mucho juego. Sin embargo, ¿qué tanto pensamos en su salud? Aunque siempre queramos verlos sonreír y pensemos en darles los regalos que se merecen, cuidar de su salud será siempre el mejor presente. Por eso, si te preguntas cuáles son las enfermedades más comunes de los niños, te las contamos para que sepas cómo cuidarlos.

Puede parecer que los niños se enferman más que los adultos, pero es bueno reconocer que los pequeños están en crecimiento y sus cuerpos en desarrollo. Su sistema inmunitario se está fortaleciendo, pero sigue siendo sensible a virus y bacterias. Por ello, es importante conocer cuáles son las enfermedades más comunes que afectan a los niños.

Las enfermedades más comunes de los niños

Según los datos de la OMS, estas son las dolencias más comunes de los niños:

  • Resfriado común: Es una infección viral de la nariz y la garganta. Afecta a los niños con muchísima asiduidad, de 6 a 10 veces por año. Los síntomas más frecuentes son la congestión, el goteo nasal, la carraspera, las toses y los estornudos. En niños, esta condición se puede sobrellevar con cuidados caseros, como tomar muchos fluidos, descansar y utilizar sprays nasales para niños. No es necesario alguna medicina, salvo alguna indicación médica supervisada.
  • Bronquiolitis: Es la hinchazón y acumulación de moco en los bronquiolos, las vías aéreas más pequeñas de los pulmones. Casi siempre es causada por un agente viral y su incidencia aumenta en invierno. Al cabo de unos 3 días, el cuadro evoluciona y el niño tiene síntomas algo más evidentes, como tos, fatiga, fiebre y respiración rápida. Se puede tratar con cuidados en casa, pero si el niño tiene problemas respiratorios o se pone morado, debe ser atendido por un doctor.
  • Gastroenteritis: Es una infección de los intestinos que cursa con síntomas como diarrea acuosa, dolor abdominal, náuseas, vómitos y, en ocasiones, fiebre. Uno de los mayores riesgos de este cuadro es la deshidratación. Como en la mayoría de los casos la infección es viral, la hidratación, los cambios en la dieta y el descanso suelen ser medios de abordaje suficientes.
  • Bronquitis: Aunque parezca similar a la bronquiolitis ya citada, la bronquitis es otra de las enfermedades comunes en niños. En esta condición, la inflamación se produce en los bronquios, conductos en los que se bifurca la tráquea y a su vez en ramificaciones cada vez más finas. Sus síntomas más comunes son la tos con o sin mucosidades, el dolor en el pecho, el cansancio, el dolor de cabeza leve y el malestar de garganta.
  • Infecciones de oído: 5 de cada 6 niños tienen al menos una infección de oído antes de cumplir los 3 años de edad. De hecho, este es uno de los motivos principales por los cuales los padres acuden a la clínica con sus hijos. En general, las infecciones de oído son resultado de otras condiciones preexistentes, como una alergia, una gripe o un resfriado.
  • Conjuntivitis: Es la inflamación de la membrana transparente entre el párpado y el globo ocular. Los síntomas típicos de esta condición son la inflamación de uno o ambos ojos, la picazón, la sensación de tener “arenilla” dentro de los ojos, el lagrimeo y la formación de costras. Se puede recomendar el uso de lágrimas artificiales, la aplicación de compresas frías en la zona afectada y la higienización repetida.
  • Sinusitis: Ocurre cuando se llenan de líquido los senos paranasales, unos espacios llenos de aire situados entre los huesos de la cabeza. Cursa con síntomas como congestión nasal, dolor y presión en la cara, dolor de cabeza, goteo postnasal, tos y mal aliento, entre otros. Su tratamiento debe ser controlado médicamente.
  • Faringitis estreptocócica: Es una condición que cursa con la irritación, inflamación y/o infección de la faringe. Sus síntomas habituales son la fiebre, el picor de garganta, amigdalitis e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. La faringitis estreptocócica se trata con antibióticos.

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