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EL FENOMENO DEL NIÑO – ECUADOR 2023
20 junio, 2023

El Niño Oscilación del Sur (ENOS), cuya fase cálida es El Niño y la fase fría es La Niña, es una alteración del sistema océano – atmosférico en el Pacífico Tropical que tiene consecuencias importantes en el clima alrededor del planeta. El Fenómeno del Niño se hará presente en Ecuador este año.

Cada ciclo (El Niño o La Niña) dura entre 9 meses y varios años; una recurrencia cada 2 a 7 años. La Niña se produce generalmente 1 o 2 años después de El Niño. Este se produce más seguido que La Niña.

Hay varias variables climáticas que están involucradas en este fenómeno; entre ellas están la temperatura del mar, las corrientes marinas, el nivel del mar, los vientos, la presión atmosférica, y las lluvias.

En cuanto al océano, de forma general, se puede observar El Niño cuando hay un incremento en la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en el Pacífico tropical, lo que indica, por lo tanto, una fase cálida. Por otro lado, cuando hay reducciones de la TSM y se observa la fase fría hablamos del fenómeno de La Niña.

El fenómeno climático se acostumbra a dar sin una periodicidad fija y los mayores estragos en Suramérica se han concentrado tradicionalmente en la costa de Ecuador y en la costa norte de Perú, con episodios marcados como los de 1983, 1998 y 2017.

Ecuador tiene más del 80% de probabilidades de sufrir el Fenómeno del Niño en la segunda mitad de 2023

Los expertos de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) han indicado que se espera que el fenómeno meteorológico sea de moderado a fuerte entre fines de septiembre y diciembre.

El Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen) explicó que la advertencia de la NOAA se enfoca principalmente en el Pacífico central, por lo que su alerta aún no corresponde a Ecuador.

Según Erfen, en el país aún no se dan las condiciones para este fenómeno, caracterizado por un calentamiento inusitado de la temperatura del océano, lo que acarrea lluvias torrenciales e inundaciones en la costa.

Virgilio Benavides, subsecretario de Gestión e Información de Análisis de Riesgo del SGR, explicó que la amenaza está y que puede materializarse en los próximos meses. Sin embargo, no se puede conocer cuánto tiempo se quedará y su intensidad, eso dependerá de los estudios que se realicen en las próximas semanas.

Anticipó que, de presentarse el Fenómeno de El Niño, se daría con oleajes en las playas, el caudal de los ríos aumentaría de 3 a 5 veces, así como las lluvias intensas.

Además, muchos peces que viven en las aguas normalmente más frías de la Costa de América del Sur se alejan o mueren.  Se esperaría una disminución de especies como el atún, calamar gigante, corvina, merluza y las especies pelágicas pequeñas.

Gestión de riesgos

Debido al posible desarrollo del evento climático, el pasado 15 de mayo, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) declaró el estado de alerta amarilla en 17 provincias, 143 cantones y 489 parroquias de Ecuador, por ser territorios ubicados a una altitud igual y menor a 1.500 metros sobre el nivel del mar, debido a un eventual Fenómeno de El Niño.

Al momento se mantiene la alerta amarilla en 17 provincias: Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, Pichincha, Imbabura, Loja, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas y Galápagos. Estos son los lugares que el Comité de Operaciones de Emergencias (COE) identificó para que se inicie el fortalecimiento de los planes de respuesta ante la llegada de El Niño.

Medidas de prevención

Aunque el Fenómeno del Niño todavía no llega, la Secretaría de Gestión de Riesgos pide activar los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonales y mantenerse en estado de alerta.

Las ciudades de la Costa fueron las primeras en activar sus COE cantonales, por ser las de mayor riesgo. Estos organismos ya se han reunido en cantones como Babahoyo (Los Ríos), Guayaquil, Durán (Guayas), y Manta (Manabí). Pero el Fenómeno del Niño también amenaza a territorios de la Sierra.

Una de las tareas de los municipios será generar los escenarios del impacto o de las consecuencias que puede causar el Fenómeno del Niño en sus territorios. Para ello, la Secretaría de Gestión de Riesgos entregó los mapas de susceptibilidad a movimientos de masa e inundaciones. También los mapas de los eventos lluviosos ocurridos entre 2012 y 2017. Los municipios deben cuantificar la población que sería potencialmente afectada por eventos como inundaciones y movimientos de masa o deslizamientos. También deben mapear las infraestructuras (puentes, vías, viviendas, casas de salud, colegios y servicios básicos) que podrían resultar afectadas.

El objetivo es que los municipios y las instituciones tengan una previsión de los efectos que puede dejar el Fenómeno del Niño en sus territorios, para preparar los planes de respuesta.

Eso permitirá conocer a detalle las zonas de riesgo, las pérdidas que se esperan, las intervenciones y los recursos que se necesitan.

A continuación, se presentan algunas medidas de prevención que pueden ayudar a mitigar los efectos del Fenómeno del Niño:

  1. Monitoreo y alerta temprana: Establecer sistemas de monitoreo del clima y del océano para detectar las señales tempranas del Fenómeno del Niño. Esto permite emitir alertas y advertencias a la población y a las autoridades competentes para que tomen las medidas adecuadas.
  2. Planificación y preparación: Desarrollar planes de contingencia y respuesta ante eventos climáticos extremos asociados al Fenómeno del Niño. Estos planes deben incluir acciones específicas para proteger la vida humana, los cultivos, la infraestructura y los ecosistemas. Se debe implementar centros de acopio y albergues.
  3. Gestión del agua: Implementar medidas de gestión del agua que ayuden a almacenar y distribuir el recurso de manera eficiente. Esto incluye la construcción de embalses, la rehabilitación de sistemas de riego, la promoción de prácticas de conservación del agua y la planificación del uso sostenible de los recursos hídricos.
  4. Educación y concienciación: Informar y educar a la población sobre el fenómeno del Niño, sus posibles impactos y las medidas de prevención. Esto puede incluir campañas de divulgación, capacitaciones y desarrollo de simulacros.
  5. Ordenamiento territorial: Implementar políticas de ordenamiento territorial que tengan en cuenta los riesgos asociados al Fenómeno del Niño. Esto implica establecer zonas de exclusión en áreas propensas a inundaciones, deslizamientos de tierra u otros eventos extremos, así como promover la construcción de viviendas y estructuras resistentes.
  6. Protección de ecosistemas: Conservar y restaurar los ecosistemas naturales, como manglares, bosques y humedales, que desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima y la mitigación de desastres naturales. Estos ecosistemas actúan como barreras naturales contra inundaciones, reducen la erosión del suelo y ayudan a mantener la biodiversidad.
  7. Coordinación y colaboración: Fomentar la coordinación y colaboración entre diferentes sectores y niveles de gobierno, así como con organizaciones internacionales y la sociedad civil. Esto facilita el intercambio de información, la toma de decisiones conjuntas y la implementación efectiva de medidas de prevención.
  8. Saneamiento: Limpieza de sumideros y alcantarillas, ríos, canales de drenaje y quebradas.

FUENTE: PRIMICIAS.EC / EL UNIVERSO / NOAA / SGR

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